La volubilidad se define por la tendencia al cambio y la inconstancia en las acciones y actitudes de un individuo.
Se manifiesta en la variabilidad de decisiones y comportamientos, mostrando una falta de constancia y estabilidad.
Esta característica se refleja en cambios repentinos de opinión, dificultad para mantener compromisos a largo plazo y la incapacidad para mantener una línea de pensamiento coherente.
La volubilidad es una característica que se manifiesta en la variabilidad y la falta de constancia en el comportamiento, las decisiones o las actitudes de una persona.
Esta cualidad puede reflejarse en cambios repentinos de opinión, en la dificultad para mantener compromisos a largo plazo o en la incapacidad para seguir una línea de pensamiento coherente.
La volubilidad puede ser percibida como un rasgo negativo, ya que puede generar desconfianza en las relaciones interpersonales o dificultar la consecución de metas y objetivos.
Aquellos individuos que exhiben una marcada volubilidad suelen ser vistos como impredecibles e inestables, lo que puede afectar su reputación y sus vínculos sociales y laborales.
Ejemplos de uso: "la volubilidad de su carácter lo hace impredecible".
"Conociendo su volubilidad no deberías hacer negocios con él".
"Su volubilidad en las decisiones políticas ha generado incertidumbre en la población"
"La volubilidad de sus emociones hace que sea difícil predecir su reacción ante situaciones adversas"
"A pesar de su inteligencia, su volubilidad en el trabajo le ha impedido avanzar en su carrera profesional"
Etimología u origen de la palabra volubilidad: proviene del latín volubilitas y a su vez este de volubilis ("voluble"), de volvere ("girar"), del protoindoeuropeo *wel-