El voto simple es una promesa o compromiso que se realiza hacia Dios de manera informal, sin la necesidad de cumplir con rituales o formalidades específicas.
A diferencia del voto solemne, que implica una mayor solemnidad y compromiso.
En el voto simple, la persona se compromete con sinceridad y devoción, expresando su intención de cumplir con lo prometido sin la necesidad de seguir un protocolo estricto.