Voto solemne es una promesa pública que se realiza con todas las formalidades legales, lo que le confiere una gran importancia y seriedad.
En el ámbito religioso, los votos solemnes son compromisos como la pobreza, la castidad y la obediencia, que se adquieren al profesar en una orden religiosa.
Estos votos imitan la vida de Jesucristo y buscan acceder a una vía espiritual de salvación mediante la renuncia a los placeres mundanos.
Los votos solemnes distinguen a los religiosos de los laicos dentro de la Iglesia católica.
m. Voto o promesa que se hace públicamente con las formalidades de derecho, las cuales le otorgan mayor trascendencia.
Por ejemplo, los votos que suceden en la profesión religiosa (llamados votos monásticos, religiosos o canónicos) son los de pobreza, de castidad y obediencia, los cuales son hechos al adquirir la profesión de sacerdote o profeso en una orden aprobada. Con estos votos se imitan, en lo religioso, la vida de Jesucristo, según los consejos evangélicos.
Los votos religiosos permiten distinguir un religioso de un seglar (laico) dentro de la Iglesia católica. Mediante estos se pretende acceder a una vía espiritual a la salvación a través de la renuncia de placeres terrenales.
Obligarse a cumplir los votos es profesar (una profesión religiosa), y el que lo hace deja de ser novicio para ser profeso.
Existen varios grados en esa profesión de votos: hay una profesión simple o temporal ("votos simples") y una profesión solemne o perpetua ("votos solemnes"). El voto solemne no se distingue en especie del simple, aunque sí induce más grave obligación.
Otro ejemplo de voto solemne es el juramento hipocrático; este es un juramento público y obligatorio que solo hacen las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Farmacia y Medicina.
Ejemplo de uso: "El voto solemne es el que se hace con la solemnidad que prescribe el derecho".
Santa Úrsula y el príncipe Etherius haciendo un voto solemne de uno a otro, 1522-1525.
Etimología u origen de la palabra voto solemne: de voto y solemne, que, junto con el voto simple, se mencionan por primera vez en los siglos XII y XIII.