Vulpeja es un término menos común utilizado para referirse a la zorra, un mamífero perteneciente a la familia de los cánidos.
Este animal es conocido por su astucia y habilidad para adaptarse a diversos ambientes, desde bosques hasta áreas urbanas.
La vulpeja se caracteriza por su pelaje que puede variar en tonalidades desde el rojo hasta el gris, dependiendo de la especie y el hábitat en el que se encuentre.
La palabra "vulpeja" proviene del latín "vulpes", que significa zorra. Aunque en el uso contemporáneo el término "zorra" es más frecuente, "vulpeja" aún se encuentra en textos literarios y en algunas regiones como una forma poética o dialectal de referirse a este animal.
En cuanto a su comportamiento, las vulpejas son animales principalmente nocturnos y omnívoros, con dietas que incluyen frutas, insectos y pequeños vertebrados. Son criaturas solitarias fuera de la temporada de apareamiento y son conocidas por su inteligencia y capacidad para resolver problemas, lo que les permite acceder a alimentos y protegerse de los depredadores.
La reproducción de las vulpejas varía según la especie, pero generalmente tienen una sola camada por año, con un promedio de cuatro a seis cachorros. Estos animales juegan un papel importante en sus ecosistemas como controladores de poblaciones de roedores y dispersores de semillas.
En la cultura popular, la vulpeja ha sido representada frecuentemente como un personaje astuto y sagaz en fábulas y cuentos populares a lo largo de la historia. Su imagen ha sido utilizada para enseñar lecciones morales sobre la inteligencia, la astucia y la adaptabilidad.
Origen etimológico de vulpeja: proviene de la palabra latina vulpecula (que significa "zorrita").