Xero, xera y xer es un prefijo, infijo o sufijo que significa "seco".
La presencia del prefijo, infijo o sufijo "xero" en una palabra indica una falta o ausencia de humedad. En muchas ocasiones, el término se utiliza para describir un estado de sequedad extrema o la carencia de algún líquido en particular.
Por ejemplo como infijo: astroxerosis; como sufijo: filoxera; como prefijo: xerófilo.
El término xero, xera o xer se utiliza en diferentes contextos y disciplinas para hacer referencia a la condición de sequedad o falta de humedad. Este prefijo, infijo o sufijo puede encontrarse en palabras relacionadas con la geografía, la biología, la botánica, la medicina y otros campos.
En la geografía y botánica, podemos mencionar el concepto de xeropaisaje o xerojardín, que se utiliza para describir un paisaje o jardín, respectivamente, que es árido o seco, caracterizado por la escasez de agua y vegetación.
Otro ejemplo en el ámbito de la botánica, el término xerofilo se utiliza para describir plantas adaptadas a la escasez de agua, capaces de subsistir en condiciones de sequedad. Estas plantas suelen tener características particulares, como hojas pequeñas o cubiertas de una capa cerosa que reduce la pérdida de agua por evaporación.
En medicina, la xerostomía es un término utilizado para describir la sensación de boca seca, causada por la disminución de la producción de saliva. Esta condición puede deberse a diversas causas, como la toma de ciertos medicamentos o la presencia de enfermedades específicas.
En el ámbito de la biología, el término xericidad se refiere a la capacidad de adaptación de los organismos para vivir en ambientes secos o con poca humedad. Los seres vivos que tienen esta capacidad son conocidos como xerófilos y han desarrollado mecanismos para conservar agua y resistir el estrés hídrico, como la apertura y cierre de sus estomas para regular la pérdida de agua por transpiración.