El término "xoanon" se refiere a una antigua escultura, típicamente de forma antropomorfa, que se utilizaba en la antigua Grecia como objeto de culto religioso.
Estas esculturas eran consideradas sagradas y se creía que tenían poderes divinos. A diferencia de otras esculturas griegas, los xoana no eran tallados con detalles realistas, sino que tenían una forma más abstracta y estilizada.
A menudo se les atribuía un origen divino y se creía que habían caído del cielo o habían sido creados por los dioses. Los xoana eran venerados en santuarios y templos, y se les ofrecían rituales y sacrificios como parte de la práctica religiosa.