El yotacismo es un término utilizado en el campo de la filología para describir un cambio en la pronunciación de un sonido, en su mayoría una vocal, que se convierte en [i].
Este fenómeno es notable en el griego antiguo, donde diversas vocales y diptongos evolucionaron hacia [i] en el griego moderno.
A este proceso también se le conoce como iotacismo.
m. Filol. El yotacismo se refiere a un cambio en la pronunciación de un sonido, generalmente una vocal, que se transforma en [i].
Este fenómeno se observa principalmente en el griego antiguo, donde varias vocales y diptongos convergieron en [i] en el griego moderno.
El yotacismo es también llamado iotacismo.
En algunas bibliografías se menciona que yotacismo es sinónimo de itacismo, aunque realmente no hay sinonimia entre ambos, pues esta última alude solamente al cambio prosódico de la η (eta, que equivale a ee) al fonema ι [i].
El yotacismo griego
En la antigüedad, el griego tenía más vocales que en la actualidad. Entre los siglos V a. C. y III d. C., hubo un cambio en el sistema de vocales del griego antiguo, donde ciertas vocales y diptongos tendieron a cerrarse más hasta converger en el sonido [i]. Por lo tanto, en el griego moderno, las vocales y diptongos como «ι», «η», «υ», «ει», «οι», «υι» se pronuncian todas como [i].
Este cambio en la lengua hablada, aunque no se reflejó oficialmente en la ortografía, causó diferencias menores en la escritura etimológica en varios documentos antiguos, incluidas algunas versiones del Nuevo Testamento. Por ejemplo, el Codex Sinaiticus del siglo IV d. C. muestra la sustitución de la iota simple por épsilon-iota en algunas palabras, y viceversa en otras ocasiones.
En cambio, en griego moderno, la pronunciación de las vocales η, υ así como los diptongos ει, οι, ηι, υι convergió en el sonido [i].
Etimología u origen de la palabra yotacismo: proviene del término "iotacismo" que a su vez deriva de la letra griega ι (iota), que en griego antiguo tenía el valor fonético [i]. // Del griego clásico ιωτακισμός ("iotacismo"), compuesto por el nombre de la novena letra helénica, ιωτα (la i,) y el sufijo -ισμός (-ismós): -ismo.