El término zagalesco y su forma femenina zagalesca se utilizan para describir algo que está relacionado con un zagal, es decir, un muchacho o joven.
Esta palabra evoca la esencia de la juventud y las características propias de los chicos en su etapa de crecimiento.
Su uso puede abarcar desde aspectos culturales hasta comportamientos típicos de la adolescencia, reflejando así una conexión con la vitalidad y la energía de la juventud.