El término zajarrar proviene del andaluz jaharrar y se refiere a la acción de cubrir con una capa de yeso o mortero las superficies de una construcción de albañilería.
Esta práctica es común en la región de Andalucía, donde se utiliza para mejorar la apariencia y la durabilidad de las paredes.
Así, el zajarrar se convierte en un elemento esencial en el proceso de construcción y rehabilitación de edificaciones.