Una zona franca es un área delimitada en un país con normas especiales en impuestos y aduanas para fomentar el comercio internacional y la inversión extranjera.
Las empresas pueden importar y exportar sin pagar impuestos, lo que reduce costos y aumenta la competitividad.
Ofrecen infraestructuras y servicios logísticos de calidad.
Pueden ser administradas por entidades gubernamentales o privadas, ubicadas en áreas estratégicas como puertos o aeropuertos.
Además del comercio, también pueden albergar actividades económicas diversas.
Una "zona franca" es un área geográfica delimitada dentro de un país donde se aplican normas y regulaciones especiales en términos de impuestos, aranceles y regulaciones aduaneras. Estas zonas están diseñadas para fomentar el comercio internacional y la inversión extranjera al ofrecer beneficios y facilidades a las empresas que operan en ellas.
En una zona franca, las empresas pueden importar y exportar mercancías sin pagar los impuestos y aranceles habituales, lo que les permite reducir costos y aumentar su competitividad. Además, suelen contar con infraestructuras y servicios logísticos de calidad, como puertos, aeropuertos, carreteras y zonas de almacenamiento, que facilitan el comercio y la distribución de mercancías.
Las zonas francas pueden ser administradas por entidades gubernamentales o por empresas privadas, y suelen estar ubicadas en áreas estratégicas, como puertos marítimos o aeropuertos internacionales. Además del comercio, también pueden albergar actividades industriales, de servicios y de tecnología, atrayendo inversiones y generando empleo en la región.
Es importante destacar que las normas y regulaciones de las zonas francas pueden variar de un país a otro, por lo que es recomendable consultar la legislación específica de cada zona franca para comprender los beneficios y requisitos particulares.