«Suplantar» y «sustituir» no son palabras equivalentes, por lo deben emplearse en situaciones diferentes.
¡No te preocupes! Al final de este artículo tenemos un juego interactivo que te ayudará a distinguirlas mejor.
Según la RAE suplantar es:
- Falsificar un escrito con palabras o cláusulas que alteren el sentido que antes tenía.
- Ocupar con malas artes el lugar de alguien, defraudándole el derecho, empleo o favor que disfrutaba.
En tanto sustituir (o substituir) según la RAE:
- Poner a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa.
- Dicho de una persona o una cosa: Ocupar el lugar de otra.
- Suplir a alguien o hacer sus veces.
Ateniéndonos a estas definiciones queda claro que la palabra «suplantar» tiene una connotación negativa que no tiene «sustituir». Vamos a verlo con ejemplos:
«Al vicepresidente le corresponde suplantar❌ al presidente cuando esté ausente del país». Nunca puede ser suplantar porque es su derecho constitucional reemplazarlo en esas situaciones, no puede haber connotación negativa en tal caso.
«Al vicepresidente le corresponde sustituir✅ al presidente cuando esté ausente del país». En este caso, que es el correcto, también se podía haber usado el verbo «suplir».
NOTA: siempre que una persona o cosa ocupe el lugar de otra se construye con «a»: «sustituir a», «sustituir al». Como en el ejemplo anterior. Otro ejemplo: «Las nuevas costumbres sustituyen A las antiguas».
En cambio cuando se pone a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa se construye con «por»: «sustituir por».
Por ejemplo: «Ha sustituido su foto POR una más reciente».
Lo mismo ocurre para sus sustantivos equivalentes respectivos: suplantación (de suplantar) y sustitución (de sustituir).
«Suplantación» tiene una connotación negativa que no tiene «sustitución», por esta razón se habla de «suplantación de identidad» al conjunto de técnicas que persiguen el engaño a una víctima ganándose su confianza haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza.
Por ejemplo: «La suplantación digital se posiciona como la forma más común de fraude financiero».