• « Los fragmentos de música y trocitos de información originaron una especie de resplandor dorado sobre el horizonte, cuando el sol se ocultó en Occidente, ese Occidente inaccesible, pero, ¡ah!, tan deseable. »
• « Muchas fueron las emociones manifiestas al cerrarse las cortinas azules: pasmo, compasión, enojo por lo insensato del doloroso acontecimiento y, quizá, cierto terrible sentimiento de haberse congraciado a los hados: ¡Ah! No se trató de mi hijo. »