• « No existe el sellado del bisté: el bisté sisea porque sus jugos se derraman continuamente en la sartén caliente. Los jugos rojos se acumulan sobre la carne, lo cual también demuestra que la superficie no está sellada. Y los jugos en el plato, que siguen saliendo cuando la carne está cocida, constituyen una prueba más. »
• « Para comprobar o no el mito culinario, un día echó un bisté en una sartén caliente, y la carne empezó a sisear y vaporizar. El anotó en su libreta: "Prueba número uno: siseo". En pocos minutos ya había escrito otros tres puntos. La segunda prueba era la "aparición de los jugos rojos"; la tercera, la "sartén ennegrecida"; la cuarta, los "jugos en el plato". »
• « Como jefe de la expedición y cocinero, yo debía preparar la cena. Después de 40 minutos los bistés estuvieron en su punto y, por el ruido que hacían mis compañeros al masticar, deduje que todo se había llenado de arena. »