• « Sin computadoras, la desorganización más vertiginosa se apoderaría de lo humano: los estados no podrían cobrar impuestos ni administrar presupuestos, las multinacionales estallarían en fragmentos incoherentes, los bancos perderían todo control sobre sus fondos, el comercio internacional se atascaría en un embotellamiento incomprensible de stocks, ventas y cobranzas imposibles de desenmarañar, los teléfonos callarían de golpe, las redes ferroviarias serían una continua masacre de trenes arremetiendo contra trenes y los aeropuertos de alto tránsito, un circo aéreo mortal de "jumbos" chocadores. »