• « En aquella época, en Europa se necesitaban las ballenas por su aceite (alumbrado público, para freír alimentos, para engrasar instrumentos), por lo que la industria ballenera en Nueva Zelanda tuvo un gran éxito. El primer barco ballenero, el William Ann, estaba en aguas neozelandesas hacia 1791-92, y muchos barcos balleneros llegaron a Nueva Zelanda hacia el año 1800, la mayoría de ellos británicos, estadounidenses o franceses. Incluso algunos maoríes se unieron a las tripulaciones balleneras para vivir nuevas experiencias. »