• « -Señora, no gana usted nada con preocuparse desde ahora por los calores -me advirtió bondadosamente-. Temer a los calores que vendrán sólo hace que el verano comience antes y dure más. Mientras pagaba, comprendí que él tenía razón. En mi pensamiento, el verano ya había llegado, así que yo iba a tener un estío de cinco meses. »