Diecinueve oraciones con la palabra «estruendo» y derivadas (por ejemplo: estruendos) seleccionadas de refranes, poesías, cuentos y artículos de interés general.
Las siguientes oraciones fueron seleccionadas por ser oraciones cortas, por su sencillez o porque están orientadas a escolares; así pueden ser entendidas por niños y adolescentes.
Oraciones con «estruendo» para escolares
• « Apenas oí el estruendo del trueno, me tapé los oídos con las manos. »
• « De pronto, un estruendo retumbó en el aire. Todos los presentes se sobresaltaron y miraron a su alrededor, tratando de averiguar de dónde había venido. »
• « Un estruendo repentino rompió el silencio de la noche. Todos los perros de la vecindad comenzaron a ladrar, y las luces se encendieron en todas las casas. »
• « Escuchó un fuerte estruendo que lo despertó de su cama. Era como si el mundo entero estuviera explotando a su alrededor. Todo estaba oscuro y no podía ver nada. »
• « En la madrugada se oyó un estruendo cuando el esquife, al ser impulsado por el viento, las olas y la pleamar, se deslizó hasta la tienda y entró por un costado de ella, casi golpeó a tres de nosotros y derribó nuestro endeble albergue. »
• « A las 8:40 de la noche, Phan Thi Hue, de 32 años, cenaba con su hijo y con algunos amigos suyos en uno de los apartamentos de los pisos superiores, cuando escuchó el ruido de ventanas que se hacían añicos y el estruendo de los artefactos explosivos. »
• « Era tanta la fuerza de la turbulencia, que al sobrecargo Ogden le pareció que los brazos se le descoyuntaban; sintió que era arrastrado detrás del capitán. "¡Ayúdenme!", gritó, pero el estruendo del aire opacó su voz y el copiloto Atchison estaba demasiado ocupado tratando de controlar la aeronave. »
• « Un segundo después oyó un terrible estruendo. En medio del chirrido de los frenos, la locomotora, de 3000 caballos de fuerza, aplastó al auto como si en vez de automóvil hubiera sido una lata de sardinas, y lo empujó sobre la vía a lo largo de más de 300 metros. Las tres muchachas murieron al instante. »
• « La memoria recoge otros testimonios dramáticos y menos lejanos: en Krakatoa, en 1883, el desastre se oyó a miles de kilómetros, y en 1902 los estruendos del Monte Pelado (La Martinica) destruyeron un pueblo de 28.000 habitantes. »