• « Años más tarde recordó: "Cuando les pedimos que se rindieran en Potsdam, nos dieron una respuesta muy mocosa. Eso es lo que obtuve... Me dijeron que me fuera al infierno, palabras para ese efecto". »
• « Adoraba a su hijastra y en una carta a Elsa en 1924 escribe: "La quiero [a Margot] tanto como si fuera mi propia hija, quizá más, ya que quién sabe en qué clase de mocosa se habría convertido [si yo la hubiera engendrado]". »
• « Es cierto que en aquellos días era un auténtico mocoso, sin más ganas que las de jugar a la nuez o a la pelota con mis cuadernos. Pero aun así, me hubiera gustado que me trataran mejor. Siempre me gritaban, amenazaban y golpeaban. »