• « Aunque un sinnúmero de inventores habían preparado el camino para aquel hallazgo, sus aparatos (a los que les habían dado extraños nombres como vitascopio, fregolígrafo, panóptico, fototaquígrafo y andersonoscopógrafo) eran en su mayoría juguetes que pronto cansaban al público. La máquina de Edison, el kinetoscopio, tampoco era perfecta, ya que el placer de ver moverse a los personajes quedaba empañado por los molestos saltos de la imagen. »