• « Se trata de un pequeño y rechoncho batracio que ha sido bautizado como sapo partero. Dicho nombre no es casualidad: el macho recibe a los huevos, mantiene el grado justo de humedad que los mismos necesitan y luego los traslada a un charco poco profundo, donde estarán hasta que los renacuajos rompan definitivamente el cascarón. »