• « La mayoría de los trabajadores de oficina tiene a su disposición una gran abundancia de materiales y equipo "gratuitos". Cuando el escritor independiente entra en una oficina y ve todos los bolígrafos, el papel, las carpetas, etcétera, accesibles sin costo alguno al más insignificante de los empleados, se siente como un niño en una dulcería. El escritor independiente debe pagar de su peculio todos y cada uno de esos artículos. »