• « Esta vez mi nieta lanza el sedal sin titubear. Por su expresión expectante me doy cuenta de que tengo ante mí a una futura fanática del lago y de la pesca. »
• « -Creo que un pez ya mordió tu anzuelo -susurra mi padre-. Tensa el sedal, pero no le des el tirón. Deja que se lleve el flotador al fondo. ¡Eso es! ¡Ya lo tienes! - saco una perquita del lago. »