• « Otros especialistas afirman que como íncubo (forma masculina) o como súcubo (forma femenina) el diablo acecha a los mortales durante el sueño y tiene relaciones con ellos. No hay peligro de embarazo, toda vez que los mayores especialistas en la cuestión, Johannes Wier y Nicholas Remy, establecieron que una especie, aunque sea diabólica, no puede fecundar a otra especie; disienten con ellos, no obstante, Alberto Magno y Santo Tomás. »