• « Ahora sumerge las botellas de vino o cerveza en un cubo con agua y hielo, donde alcanzan una frialdad satisfactoria en sólo 20 minutos.... la mitad del tiempo que tardarían en alcanzarla en el congelador. »
• « El obrero se moja las manos y la cara, se las frota con el jabón, que resbala, resbala y hace una bonita espuma: cuando está bien enjabonado, sumerge la cara y las manos en la palangana y se enjuaga vigorosamente... Levanta la cara... ¡ya no es reconocible! Su piel vuelve a ser blanca, limpia, sin rastros de humo ni de polvo y un ligero cepillado basta para reanimar su cabeza desgreñada. »