• « El investigador compró lechuga, troceó unas hojas a mano y otras con un cuchillo, las dejó unos cuantos días en el refrigerador y después comparó los resultados. Otro mito cayó por tierra: podemos cortar la lechuga con cuchillo o a mano. "La ensalada se verá exactamente igual", asegura el descubridor. »