1. Contexto histórico: Durante la Edad Media, Europa vivió bajo un modelo social teocéntrico, en el cual la Iglesia Católica ejercía un gran poder en todos los aspectos de la vida, desde la política hasta la educación.
2. Contexto filosófico: El pensamiento teocéntrico busca explicar el universo y la existencia a través de la concepción de un ser supremo o Dios como el centro de todo, trascendiendo la comprensión puramente racional.
3. Contexto literario: Muchas obras literarias clásicas se caracterizan por presentar una visión teocéntrica del mundo, donde lo divino y espiritual se encuentran en el centro de la trama y son elementos fundamentales en el desarrollo de los personajes y la historia.
4. Contexto artístico: En el arte religioso, como en la pintura renacentista, se representa a menudo la figura de Cristo como el centro de la composición, expresando una perspectiva teocéntrica donde lo sagrado y lo divino son los principales elementos de la obra.
5. Contexto antropológico: Al estudiar las distintas culturas y religiones del mundo, se puede apreciar cómo algunas sociedades indígenas conservan un enfoque teocéntrico en su cosmovisión, considerando que todo lo que ocurre en el mundo está influenciado y dirigido por seres divinos o espíritus sagrados.
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