m. El cierzo es un vientofrío del norte más o menos inclinado a Levante o a Poniente, según la situación geográfica de la región en que sopla. Es usual en Aragón, en la Ribera de Navarra, Rioja y en Castilla y León.
El viento procedente de la región septentrional en invierno aporta un frente frío y un movimiento hacia el sur de un anticiclón polar.
Las temperaturas pueden descender en 14 °C en el plazo de 1 h o 28 °C en 3 h. Puede provocar lluvia, cellisca o nieve o bien puede ser seco.
Es un fuerte viento fresco y seco debido a la diferencia de presión entre el mar Cantábrico y el marMediterráneo.
El cierzo, característico por su intensidad y capacidad para modificar las condiciones climáticas de manera abrupta, juega un papel fundamental en el ecosistema y la vida cotidiana de las regiones por donde sopla.
El cierzo también afecta a la agricultura, al secar rápidamente el suelo y reducir la humedad ambiental, lo cual puede ser tanto beneficioso para ciertos cultivos como perjudicial para otros.
Velocidad del viento cierzo
El cierzo es un viento frecuente en el valle del Ebro, con ráfagas de hasta 160 km/h en ciertos casos. Se caracteriza por ser desapacible, frío en invierno y refrescante en verano, y se produce debido al contraste atmosférico con bajas presiones del Mediterráneo.
Este viento condiciona la vida en el Valle del Ebro, ya que es desecante y puede afectar a los cultivos.
En Zaragoza, el cierzo sopla de forma continuada e intensa, con velocidades que pueden superar los 100 km/h en ocasiones.
Se han registrado rachas máximas de hasta 135 km/h en la ciudad. La fama de este viento en Zaragoza es tal, que se le ha dedicado una avenida en su honor.
Historia del cierzo
El viento llamado cierzo, similar a otros vientos del área como la tramontana, el mistral y el bora, es conocido por ser desapacible y frío en invierno, pero refrescante en verano. Se produce debido al contraste atmosférico con bajas presiones del Mediterráneo.
Desde tiempos antiguos, el cierzo ha sido mencionado por historiadores como Catón el Censor, quien lo describía como un viento capaz de derribar a un hombre armado o carretas cargadas.
Aulo Gelio lo llama circius, probablemente derivado del término ibérico cercius.
Desde el punto de vista cultural y social, el cierzo es un elemento presente en la tradición oral y literaria de las comunidades que conviven con él.
Ha inspirado leyendas, canciones y poemas que reflejan cómo este viento ha moldeado la identidad de estas poblaciones. Además, su presencia es un factor a considerar en la arquitectura local, donde las construcciones se adaptan para protegerse de sus efectos.
En términos meteorológicos, el estudio del cierzo es crucial para entender los patrones climáticos de la península ibérica. Los expertos analizan su comportamiento para predecir cambios en el clima y asesorar sobre medidas preventivas ante posibles fenómenos adversos asociados a este viento.
Tiene su acento prosódico (sin tilde) en la sílaba: cier Tipo de acentuación de cierzo: Palabra grave (también llana o paroxítona). Posee diptongo creciente ie.