El término lonjazo tiene su origen en el lunfardo del Río de la Plata y se refiere principalmente a un golpe dado con la lonja, que es la extremidad de un látigo o rebenque.
Este concepto también se utiliza de manera figurada para describir los golpes de mala suerte que la vida puede presentar.
Además, se emplea para referirse a personas que son un poco locas o soñadoras, reflejando así su versatilidad en el lenguaje coloquial.