En esta segunda acepción, la placidez se asocia con el bienestar general, la paz interior y el agrado o satisfacción personal.
No solo implica la ausencia de conflictos o problemas, sino también la presencia de un estado positivo de ánimo y satisfacción con la vida.
La placidez en este contexto es un reflejo del equilibrio emocional y psicológico, donde las preocupaciones son mínimas y se disfruta plenamente del momento presente.
Ejemplos de uso: "la meditación ayuda a alcanzar la placidez mental".
"admiraba con placidez esa maravillosa luz del alba".
"esa placidez que él ya apenas recordaba, esa en la que vivió sumergido el tiempo que duró su infancia y su adolescencia", Ars Magica, Nerea Riesco - 2010.
"Cinco días pasó en la casa y compañía de su amigo, en la placidez ociosa de quien no tiene que cavilar por las materialidades de la existencia", Nazarín - Página 51, Benito Pérez Galdós - 2014.
La placidez del lago.
Etimología u origen de la palabra placidez: de plácido, con el sufijo -ez.